ANÁLISIS DE EL PARAISO CANTO XIX al XXII
Sexto cielo. El de marte: Los justos y piadosos. El águila imperial le dice a Dante que por haber sido justo y piadoso está aquí exaltado hasta esta gloria y que no se deja vencer por el deseo y sigue diciendo; que en la tierra dejo tal memoria de él, que los hombres más perversos la recomiendan pero no siguen el ejemplo. Dante hace hincapié sobre que sin fe y sin obras no hay salvación.
Después de haber visto las brillantes luces que adornaban la sexta estrella el águila real le explica las diferentes almas que forman su ojo - pupila está en medio y fue el cantor del espíritu santo encargado de transportar el arco de ciudad en ciudad, de los cinco que forman el arco de mi ceja el más próximo al pie conoce cuan caro cuesta no seguir a Cristo, el que le sigue en la parte superior de la circunferencia conoce que los eternos juicios de Dios son invariables aunque una ferviente oración consigue allá abajo que suceda mañana lo que debería suceder hoy, el otro guiado por una buena intención que produjo malos frutos conoce que el mal resultado de su buena acción no le es nocivo por mas que haya sido su destrucción, el que esta en el declive del arco conoce ahora el amor del cielo hacia un rey justo y lo manifiesta por el resplandor que lo rodea.
También se le dice que Dios abrió sus ojos a nuestra redención futura y le menciona a las tres mujeres que estaban junto a la rueda derecha del carro le bautizaron mas de mil años antes de que se instituyera el bautismo.
Séptimo cielo. El de saturno: Los contemplativos. Dante cada vez que ve el rostro de su amada lo ve mas bello, ella le explica que brillara mas su rostro cuando mas se ascienda por las gradas del eterno palacio. Después el observa una escala del color del pro y tan elevadas que no podrían sus ojos seguirla y por ahí bajaron muchos resplandores, el que se quedo cerca de ellos comenzó a resplandecer mucho y él pregunta ¿quién es? Y comienza a decirle que era Pedro Damián el cuenta su vida y se hace una crítica del lujo y malicia delos prelados.
Cuando su guía observó cien esferas tenía miedo preguntar cuando la mayor de las perlas se adelanto hacía Dante para detener su curiosidad, ella habla de la caridad y señala a unos fuegos que fueron hombres contemplativos es decir aquellos que abrazan aquel ardor que hace nacer las flores y frutos santos, Dante le pide ver su rostro descubierto pero el le explica que solo su deseo se realizará en la última esfera donde todos son perfectos, maduros y enteros. Se menciona la corrupción de los monasterios.
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